Crímenes de Abril

Sus guantes de cuero y su abrigo blanco de lana estaban manchados de sangre. Dejó caer el hacha y se escuchó un golpe seco y metálico sobre el cemento. La poca luz del pasillo casi le impedía distinguir si él seguía vivo, pero al parecer, había sido un golpe certero. Había clavado la hoja en la espalda, cortando sus ropas, su piel, músculos, cartílagos y destrozando su columna vertebral hasta llegar al pulmón derecho. Era una herida bastante grande, el hacha casi había llegado al otro lado. Procedió entonces, a sacar una pequeña sierra del cuarto de herramientas, la guardó en su abrigo. Tomó ambas manos del cuerpo y lo arrastró a la habitación de la niña, la carne se desprendía de los huesos mientras lo arrastraba por el pasillo. Al llegar sacó la sierra y le empezó a cercenar con precisión ambas manos, estaban blancas y tiesas como el yeso. No fue un problema, hace mucho que tenía experiencia en asuntos similares. Tomó ambas piezas de carne y las colocó con delicadeza dentro de la casa de muñecas, allí junto a la estufa de la cocina en miniatura. Envolvió el resto del cuerpo en las cobijas rosas de la cama y dejó la sierra junto al hacha en el cuarto de herramientas. Metió el cuerpo en el auto con dificultad, el tipo casi no cabía en el compartimiento, era un sujeto muy alto. La familia tardaría en volver para descubrir que el criado había sido asesinado o por lo menos, intuirlo. No tenían una deuda tan grande, pero no pagar a tiempo no es algo muy bien recompensado. Se sirvió un poco de café y desorganizó un poco la casa antes de marcharse en un Malibu M80.

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Gracias lindurita, me gustaría leer cómo te quedaría algo así, sé que sería bastante interesante. 💙

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