Taciturno fue el estruendo de la tormenta
Al igual que el enmudecido volcán
La piel se volvió como la arena
Voy hacia allá y me oculto
Esbozando una sonrisa intranquila
Zambulléndome en el fortuito azar
Tal vez el caos no esta a la deriva
Siempre ha estado donde esta
Es tan fácil ocultarse tras la cortina
Sin descanso
El otro rostro suele hacerse
Tan presente como el mío
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